Elena G. de White y los adventistas del Séptimo Día

Por: Ferney Yesyd Rodríguez

 

TOMADO DE SINDIOSES.ORG

Una de las diferencias de los adventistas del séptimo día respecto a los demás cristianos, es la creencia en el “don de profecía” de la señora Elena G. de White (cofundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día). Sin embargo, tras una mirada racionalista podemos afirmar que no hay pruebas para admitir que las visiones de la señora Elena G. de White se puedan deber a una causa sobrenatural. El presente escrito tiene por finalidad mostrar algunos fallos de la señora White, que los pastores adventistas se esfuerzan por esconder o justificar vanamente. En algunas ocasiones la Iglesia Adventista distribuye artículos en sus revistas para hacer parecer a la señora White como una profeta. Por ejemplo, el mes de mayo de 2001 distribuyeron en su revista mensual El centinela un curioso artículo apologético sobre Elena G. de White. El artículo decía lo siguiente: “Ella escribió mayormente sobre la vida espiritual. Pero sus obras discuten también temas variados tales como educación, relaciones sociales y nutrición. Lo asombroso es que aunque murió en 1915 y la ciencia ha tenido un progreso enorme desde entonces en nuestra comprensión de los requisitos de la salud física, lo que ella escribió al respecto todavía es válido.” Para finalizar el autor dice: “Los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día creen que sus nociones sobre la salud espiritual y física son más que el mero resultado de adivinar bien. Ven en ella un cumplimiento de la promesa bíblica de conducción profética poco antes del regreso de Jesús”. La anterior declaración me animó a buscar cuidadosamente en los escritos de la señora White (los adventistas los llaman “El Espíritu de Profecía”) para ver si en verdad ella había recibido consejos sobre la salud que eran ignorados por la ciencia de finales del siglo XIX y principios del XX. Los resultados en verdad fueron asombrosos, pero no de la forma como lo presentan los dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El apologista adventista afirma en su artículo que Elena G. de White dijo que el fumar produce enfermedades. Esto es totalmente cierto, pero es necesario mencionar que la señora White nunca mencionó los tipos de cánceres que el uso del tabaco produce; jamás mencionó los productos cancerígenos presentes en el cigarrillo (alquitrán, radicales libres, etc.). La señora White tampoco habló concretamente sobre otros problemas de salud relacionados con el hábito de fumar, tales como la hipoxia fetal en madres fumadoras, o el riesgo de ataques cardíacos. Todo esto me lleva a la conclusión, en lo que a este punto se refiere, que la señora White no se adelantó en nada a la ciencia de esa época, y por tal razón tampoco hay indicio que su “fuente de información sobrenatural” fuese lo suficientemente inteligente como para adelantarse en la explicación sobre el daño del tabaco a los alvéolos pulmonares (enfisema pulmonar). Lo verdaderamente curioso es que la señora White realizó una serie de explicaciones a hechos naturales que resultaron ser totalmente falsos. Pero es extraño que los señores de El centinela no los mencionan. Por esta razón presento algunos de ellos aquí. Las equivocaciones de la profetisa Elena G. de White Antes de continuar debo advertir a los lectores que los Adventistas consideran a los libros citados como revelados por Dios mismo; algo así como lo es el Corán para los musulmanes. Estos son algunos errores: 1. Al enfriarse las extremidades, la sangre se acumula en los pulmones o en la cabeza “Cuando las piernas y los brazos se enfrían, la sangre se aleja de ellos y se acumula en los pulmones y la cabeza. La circulación queda entorpecida y la delicada máquina de la naturaleza no funciona adecuadamente” Mensajes selectos, tomo II, página 533 ¿Qué tan confiable es la fuente sobrenatural de Elena G. de White que no supo que los humanos tenemos circulación cerrada? ¡Toda nuestra sangre permanece siempre circulando en los vasos sanguíneos! 2. El vestido mojado y embarrado en contacto con los tobillos produce catarros y escrófula El vestido embarrado y húmedo se pone en contacto con los tobillos, que no están suficientemente protegidos, y los enfría pronto; esta es una de las grandes causas productoras de catarros y tumefacciones escrofulosas, y pone en peligro la salud y la vida. Mensajes selectos, tomo II, página 542 Era muy poco lo que sabía Elena G. de White sobre los virus y las bacterias. La escrófula es tuberculosis linfonodular y es producida por una bacteria. 3. El cáncer se produce por el consumo de carne con gérmenes de cáncer “… la práctica de comer mayormente carne hace que se contraigan enfermedades de todo género: cáncer, tumores, escrófula, tuberculosis y una cantidad de otras afecciones similares” “Continuamente sucede que la gente come carne llena de gérmenes de tuberculosis y cáncer. Así se propagan estas enfermedades y otras también graves” Consejos sobre el régimen alimenticio, página 464 Sólo unos pocos tipos de cánceres son producidos por un virus. Existen algunos tipos que son producidos por radiación ultravioleta, X, gamma, o por sustancias como la nicotina que causan una alteración en las mitosis celulares. No existen gérmenes de cáncer. A decir verdad, en los escritos revelados no encontré ninguno en que ella lograse distinguir entre bacteria, virus o protozoo. Todo lo que le “sonaba” microscópico ella lo llamaba germen. 4. La tuberculosis se propaga gracias al consumo de carne con gérmenes de tuberculosis Consejos sobre el régimen alimenticio, página 464 (Texto mencionado en el punto 2). En realidad el contagio de tuberculosis por alimentos es casi nulo. El Mycobacterium tuberculosis, agente infeccioso de la tuberculosis, se contrae principalmente por vía respiratoria, por ejemplo, si Ud. respira el mismo aire que haya sido contaminado poco tiempo después de haber tosido un tuberculoso. 5. La escrófula, (tuberculosis linfonodular) se debe al consumo de carne Consejos sobre el régimen alimenticio, página 464 (Texto mencionado en el punto 2). No es de extrañarse que la señora White se preocupara tanto por la tuberculosis, dado que esta enfermedad constituía una emergencia sanitaria por aquellos días. Como escéptico me pregunto ¿Por qué Dios nunca le reveló a la señora White algo sobre la acción de los antibióticos en los microorganismos? ¡Habría salvado muchas vidas! 6. Los tumores se producen principalmente por consumir carne “Por la luz que Dios me ha dado, sé que la prevalencia de carne y tumores se debe a un sistema de vida vulgar a base de carne”. Consejos sobre el régimen alimenticio, página 463 Un tumor es el desarrollo descontrolado de un grupo de células que se dividen casi sin parar. En los escritos de White no se nota que ella relacione tumor con neoplasia (desarrollo de tejido nuevo por mitosis desordenadas). ¡Las vacas no comen carne y también pueden desarrollar tumores! 7. La carne se descompone en el estomago a menudo, produciendo enfermedad “Muchas veces cuando se come carne, está se descompone en el estómago, y produce enfermedad” Consejos sobre el régimen alimenticio, página 458 Hay que recordar (también a los adventistas) que al finalizar la digestión, las carnes y todo alimento proteínico queda reducido a los componentes básicos de las proteínas: los aminoácidos. Cuando White dice “muchas veces”, debe entenderse estadísticamente como algo superior a un 50% de los casos. 8. Todas las enfermedades inflamatorias se deben principalmente al consumo de carne “El cáncer, los tumores y todas las enfermedades inflamatorias son producidas mayormente por el consumo de carne” (énfasis mío) Consejos sobre el régimen alimenticio, página 463. Aquellas enfermedades cuyo nombre termina en “itis” involucran algún tipo de inflamación; por ejemplo: bronquitis, gastritis, hepatitis, apendicitis, etc. No tengo nada en contra de los vegetarianos; lo inaceptable es engañar a la gente con supuestas “revelaciones divinas” como éstas. Al contrario de lo que dice Elena de White, y para poner un ejemplo, está comprobado que muchas gastritis son producidas por la infección de la bacteria Helicobacter pylori. 9. Dejar los niños recién nacidos con los brazos descubiertos altera la circulación sanguínea y esta afecta a los pulmones y al cerebro terriblemente “Otra gran causa de la mortandad de los niños y de los jóvenes es la costumbre de dejarles los brazos y los hombros desnudos. Ninguna censura es demasiado severa para esta moda. Ha costado la vida a miles. El aire que baña los brazos y las piernas, y que circula alrededor de las axilas, enfría estas partes del cuerpo tan cercanas a los órganos vitales y estorba la circulación saludable de la sangre produciendo enfermedad, especialmente de los pulmones y del cerebro.” Mensajes selectos, tomo II, página 532 Note que aquí no hace distinción de país o clima. Su recomendación resulta obvia si se refiere a dejar a los bebés con los brazos descubiertos en el invierno de Alaska o en plena Antártida… ¿Cómo puede haber gente tan crédula que siga creyendo en revelaciones y profetas? 10. Dar carne a los niños nerviosos los corrompe y los hace perder las prácticas virtuosas “Los efectos de que un régimen basado en carne tendrá sobre hijos nerviosos no tenderá a hacerlos de un temperamento dulce, sino malhumorados, irritables, apasionados e impacientes frente a las restricciones; se pierden las prácticas virtuosas, y la corrupción destruye la mente, el alma y el cuerpo.” Mensajes selectos, tomo III, página 331 11. El carbón y el petróleo se encienden bajo la Tierra y producen los terremotos y las erupciones volcánicas “…En ese tiempo (en el diluvio) inmensos bosques fueron sepultados. Desde entonces se han transformado en el carbón de piedra (…) y han producido también inmensas cantidades de petróleo. Con frecuencia el petróleo se enciende y arde bajo la Tierra. Esto calienta las rocas, quema la piedra caliza y derrite el hierro. La acción del agua sobre la cal intensifica el calor y ocasiona terremotos, volcanes y brotes ígneos” Historia de los patriarcas y profetas, página 99 ¡Qué curioso! En 1915 no se conocían las zonas de subducción en los lugares donde se encuentran dos placas tectónicas y una resbala por debajo de la otra; ni siquiera se conocía la tectónica de placas. Este caso hubiese sido una excelente oportunidad para adelantarse a su tiempo y demostrar que en realidad “algo inefable” le enviaba sus visiones. 12. Las caderas estrechas de las mujeres son producto de la herencia de caracteres adquiridos. Algunas mujeres poseen en forma natural cinturas pequeñas. Pero en lugar de considerar estas formas como hermosas, deberían ser consideradas defectuosas. Estas cinturas de avispa podrían haberle sido transmitidas de sus madres, como resultado de su indulgencia en la práctica pecaminosa de usar corsés apretados, y como resultado en una respiración imperfecta. Review and herald, 31 octubre 1971; “Words to christian mothers,” The health reformer, octubre 1871, página 121, y noviembre 1871, páginas 154-157; Healthful living, 1897, página 58 Hoy podemos decir, gracias a la genética, que esta declaración es contundentemente falsa. 13. La señora White afirmó que era posible la formación de nuevas especies, y razas de seres humanos por medio de la copula entre seres humanos y bestias. La afirmación iba encaminada a explicar las especies fósiles que se estaban descubriendo en el siglo XIX y que ponían en aprietos al creacionismo. Por otro lado estos textos han sido usados para explicar el origen de razas humanas diferentes a la caucásica (supuestamente la que dios creo en el Edén ) “Pero si hubo un pecado, por encima de cualquier otro, que requería la destrucción de la raza por medio del diluvio, fue el crimen degradante de la amalgama del hombre y la bestia, un crimen que desfiguró la imagen de Dios y causó confusión por todas partes.” Spiritual gifts (Dones espirituales), tomo 3, página 64, 1864 “Cada una de las especies de animales que Dios había creado fue preservada en el arca. Las especies confusas que Dios no creó, y que eran el resultado de la amalgama, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio, ha habido amalgama entre hombres y bestias, como puede verse en la interminable variedad de especies de animales y ciertas razas de hombres.” Spiritual gifts (Dones espirituales), tomo 3, página 75, 1864 Las anteriores declaraciones de la señora White han sido un verdadero dolor de cabeza para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ya que estos textos insinúan que toda raza humana, diferente a la caucásica, fue originada por entrecruzamiento entre humanos y bestias. 14. Declaró que la Biología y Geología se equivocan al sostener la teoría de la evolución Historia de los patriarcas y profetas, capítulos 2, 7 y 9 “No existe fundamento alguno para la suposición de que el hombre llegó a existir mediante un lento proceso evolutivo…” ¿Predicciones cumplidas? Cuando señalé uno de estos puntos a un adventista, me respondió: “Sabe una cosa, precisamente sé que Elena G. de White es la profeta de Dios porque ella dijo que en estos tiempos el enemigo (tradúzcase por Diablo) intentaría demostrar que sus revelaciones son inexactas.” ¡Me quedé de una sola pieza! Lo mismo pueden decir los mormones y los musulmanes respectivamente: “Los mormones sabemos que José Smith (cambiarlo por Mahoma si son los musulmanes) es el profeta de Dios porque él profetizó que los enemigos de este maravillosa obra lo refutarían”. Otro adventista me dijo en una ocasión que Elena G. de White profetizó el terremoto de San Francisco del 18 de abril de 1906. Decidí revisar el escrito y en él dice: “San francisco y Oakland están llegando a ser como Sodoma y Gomorra y el Señor las visitará con su ira” (El evangelismo, página 296) No dio datos de la fecha exacta; el terremoto bien podría haber ocurrido 30 días o 30 años después, y al fin y al cabo, los adventistas lo hubiesen achacado a la profecía de Elena G. de White. Es lo mismo que ocurre con Nostradamus (debería ser Nos-trabamos); siempre que hay un desastre natural o una guerra dicen: “¡Esto ya fue profetizado antes!” Vale la pena recordar que el terremoto afectó principalmente a San Francisco y poco a la ciudad de Oakland. Y si el terremoto de San Francisco fue el castigo de Dios a una ciudad corrupta, ¿por qué pagaron por igual rufianes y bebés inocentes? ¿No es más lógico, ya que hay pruebas, achacarle el terremoto de San Francisco del 18 de Abril de 1906 a la geología de esta zona? (recuerde la falla de San Andrés que surca California de Norte a Sur) Un pastor adventista me dijo que Elena G. de White habló de corrientes eléctricas en el sistema nervioso antes de que los médicos las descubriesen. Esto es totalmente falso. Desde 1780, Luis Galvani descubrió el efecto de la electricidad en el tejido muscular de animales muertos. Con descargas leves, y luego con descargas atmosféricas logró que las ancas de ranas muertas en su laboratorio tuvieran contracciones, de la misma forma como el sistema nervioso actúa sobre los músculos. Este descubrimiento fue tan famoso que la escritora inglesa Mary Shelley se basó en él para escribir su novela Frankenstein, de 1818. En ella, se resucita al monstruo usando electricidad proveniente de rayos. Decir que Elena G. de White se adelantó a su tiempo es pura ignorancia. No puedo desconocer que los adventistas al no fumar tabaco, ni consumir alucinógenos, ni embriagarse, disminuyen los riesgos de enfermedades cardiovasculares, entre muchas otras. Tampoco puedo negar que ellos promueven valores elevados como la honradez y la sinceridad; no obstante, dejan de practicar lo que predican al no revelar estos datos que demuestran que Elena G. de White no recibió nada “superior para los conocimientos de su época”, como lo afirman en la revista El centinela (mayo de 2001) que distribuyeron por toda Colombia. Es más, ellos dan información sesgada adrede y luego dicen campantemente que “lo que ella escribió al respecto todavía es válido” lo cual es completamente falso. Fue esto lo que me movió a escribir este artículo. Fueron ellos quienes mencionaron la palabra “ciencia” en su divulgación, sin embargo, lo que se encuentra es una montaña de mentiras para ganar creyentes. Esto se traduce en un mayor ingreso de diezmos y el hecho de que estén engañando a las personas pasa a un segundo plano.