Giordano Bruno

Nació en Nola, cerca de Nápoles, Italia, en 1548.
Murió el 17 de febrero de 1600, quemado vivo por la Iglesia Católica.

Este glorioso mártir del librepensamiento no murió en una cama, sino asesinado, quemado vivo. Cuando tenía 16 años lo acusaron de herejía. Lo volvieron a acusar de lo mismo cuando tenía 24 años. Viajó mucho y era tanta su sabiduría que se lo disputaban las más prestigiosas universidades europeas.

Por pelearse con un noble lo encarcelaron. Estuvo 7 años preso en Roma, en una cárcel pestilente y fue repetidamente torturado, de acuerdo al maligno código de la Inquisición. Fue conducido a la Iglesia de Santa María y sentenciado a ser quemado vivo. Hasta el final fue bravo y desafiante. Tiró el crucifijo que le pusieron en frente para que lo besara. Murió sin un quejido ni un gemido.

Es el caballero de la Libertad, el campeón del Librepensamiento. Vivió su vida sin esperanza de recompensa en la Tierra ni en el cielo. Es el mayor mártir de todos los tiempos. Él es muy superior a los mártires por la fe, ya que éstos esperaban una recompensa futura, el martirio de ellos tiene muy poco valor.

Giordano Bruno, asesinado por la Iglesia Católica, es un ejemplo para todos los seres humanos, pasados, presentes y futuros.

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